Lluvia de ideas contra la SCJN

Pepe Grillo

Se precipitó la lluvia de ideas en la 4T para doblar a la SCJN. Todos, avispados y torpes, están lanzando sugerencias para darle en la torre al Poder Judicial por su atrevimiento de negarse a cumplir los caprichos del líder político del movimiento, López Obrador.

Como quieren que el jefe político los mire, y de ser posible les dé una palmadita en la espalda, diversos mandos morenistas, a la manera de la Inquisición, proponen tormentos a los ministros que tuvieron la osadía de creer que se mandan solos y que son un poder autónomo de la Unión.

Quieren ablandar hoy a los ministros para que les dejen pasar las barbaridades que tienen planeadas para el 2024. Es eso.

La primera acción contemplada es aumentar el cerco en las instalaciones de Pino Suárez, que sean cientos, o si se puede miles, los simpatizantes de Morena que acosen a los ministros, los intimiden.

La pregunta con la que inicia la semana es: ¿Qué tan lejos está dispuesto a llegar la 4T para doblar a la SCJN?

La geometría política

La senadora Lilly Téllez mordió el anzuelo. Le entró al terreno de la geometría política que es, ya se está dando cuenta, un pantano.

Ubicarse en el espectro político antes de una elección supone aislarse. Asumirse como parte de un grupo minoritario de pares que pueden ser combativos pero que son muy pocos para acercarse al triunfo.

La senadora sonorense hace una mala lectura de las circunstancias y del enojo creciente contra el desempeño de Morena en el poder.

No estaría mal que alguien le explique a Lilly que hay mucha gente de izquierda que se siente traicionada por el estilo personal de gobernar de López Obrador pero que jamás se asumirán como ciudadanos de derecha para votar por ella.

Lo contrario a la política del oficialismo no es la derecha, porque entonces se aceptaría algo que es falso, que el actual gobierno es de izquierda, cuando en su programa de gobierno no aparecen por ningún lado las causas por las que lucha la izquierda en el planeta. El populismo autoritario no es de izquierda, Lilly

Incertidumbre peligrosa

La incertidumbre se apoderó del fenómeno migratorio. Las viejas reglas dejaron de existir y las nuevas todavía están en el limbo tanto aquí como en Estados Unidos. Parece que el final del Título 42 los agarró distraídos en otros asuntos.

Nadie sabe bien a bien a qué atenerse y eso hace todavía más peligrosa la travesía de los migrantes por territorio mexicano rumbo a la frontera con Estados Unidos.

En el caso mexicano hay una irregularidad inadmisible. El Instituto Nacional de Migración atraviesa una zona de penumbra. El comisionado Garduño todavía está en el cargo, a pesar de que pesan sobre él acusaciones gravísimas y que está en la mira de la justicia dentro y fuera del país.

La Secretaría de Gobernación se lava las manos y la cancillería se hace cargo de un asunto sobre el que no tiene líneas de mando. El caos avanza.

La ecuación es simple y preocupa: a mayor incertidumbre, más vulnerabilidad para los migrantes.

Claudia y Mauricio

Vale la pena conservar la foto de la jefa de Gobierno de la CDMX y del gobernador de Yucatán posando juntos, sonrientes, en las escalinatas del Palacio del Ayuntamiento.

Claudia Sheinbaum y Mauricio Vila encabezan las encuestas para ser candidatos presidenciales. Ella de la alianza de Morena y él por parte de la alianza Va por México que incluye a PAN, PRI y PRD.

Las circunstancias políticas los conducirán a competir fuerte, sin piedad, si los pronósticos se concretan y se queda, cada uno, con su respectiva candidatura. La doctora Sheinbaum está escoltada por Adán Augusto López, secretario de Gobernación y Vila por el diputado Santiago Creel.

Claudia podría tener la nominación de Morena asegurada antes de que concluya septiembre y Vila tendrá que esperar a diciembre.

Claro que no estarían solos en el ring. También podrían subirse el gobernador Enrique Alfaro y, quién lo diría, Marcelo Ebrard.

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