AMLO deslindó a su gobierno de una “guerra civil” en Chiapas

Isaín Mandujano

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró hoy que no usará las fuerzas armadas para reprimir, torturar o masacrar al pueblo y que se confunden quienes lo comparan con otros gobernantes, por lo que atajó: “Yo no soy Salinas, no soy Zedillo, no soy Fox, no soy Calderón, sí soy el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas”.

Cuestionado sobre los señalamientos de una “guerra civil” que se advierte en Chiapas y de la embestida hacia las comunidades autónomas zapatistas, López Obrador deslindó a su gobierno y arremetió en contra de las organizaciones de la sociedad civil y activistas.

En su conferencia mañanera ofrecida este viernes en el Cuartel General de la VII Región Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), el mandatario dijo que hay dirigentes de la llamada sociedad civil, incluso las organizaciones de defensa de derechos humanos que no ven con buenos ojos su gobierno.

“No olvidemos que cuando nosotros estábamos luchando para lograr un cambio, esas organizaciones llamaban a no votar y era legítimo de que pensaran que la única alternativa era la vía armada, que por la vía pacífica no se iba a poder. Y consideraban que nosotros éramos falsarios. Llegaron a cuestionarnos muy fuertes”, reprochó.

Y dijo que esas organizaciones no han cambiado y que son igual que “los reaccionarios, los conservadores, que no quieren aceptar que hay una nueva realidad. Por eso a veces los extremos se tocan. No quieren aceptar que ya hay un cambio. Por eso son estas denuncias”.

Señaló que en alguna ocasión en un medio de comunicación le cuestionaron sobre los vuelos rasantes en las comunidades zapatistas de Chiapas y que ante se río como respuesta. Pues dijo: “Se quedaron con eso”.

“Queriéndonos comparar con los políticos tradicionales, corruptos, autoritarios. Como no tienen razón, se esmeran en sostener que somos iguales: ‘Luego entonces para que participas´. Y le ayudaron muchísimo, consciente o inconscientemente a la mafia del poder. Porque ahí estaban estas organizaciones de izquierda. Ahí arrasaba el PRI. Había hasta casillas zapatos”, señaló el presidente.

Según López Obrador, en sexenios anteriores se convirtió en un modo de vida de tener una organización social. “Salían las organizaciones sociales en Chiapas como arroz. Recibían financiamiento para ayudar a la gente y no llegaba el apoyo abajo. Todo se queda en la estructura, en los asesores, en los intermediarios”.

Y que ahora “hasta el gobierno de Estados Unidos da dinero a organizaciones seudo ambientalistas, seudo defensoras de derechos humanos”.

“Entonces, nosotros no somos iguales. Y sí hay diferencias en las comunidades, ustedes conocen bien la historia”, agregó.  

Recordó que cuando surgió el movimiento armado en Chiapas para reivindicar los derechos de los pueblos indígenas, el Estado mexicano provocó la creación de grupos para confrontarlos a quienes luchaban por la acreditación de los pueblos indígenas.

“Y eso no desaparece de la noche a la mañana, se ha ido poco a poco estableciéndose la estabilidad, la paz. Creo que nosotros hemos hecho mucho, porque en programas como Sembrando Vida hay reencuentros de quienes estaban confrontados, participan todos. Se produjo una división abajo. Pero poco a poco se ha ido logrando la unidad. Y lo vamos a seguir haciendo”, precisó.

Dijo que ahora en su gobierno no hay vuelos rasantes. Que no hay represión.

“Yo no soy Salinas, no soy Zedillo, no soy Fox, no soy Calderón, sí soy el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, por eso nunca voy a dar la orden de reprimir al pueblo, nunca voy a dar la orden de masacrar al pueblo, de torturar a la gente, de violar derechos humanos, somos distintos. Lo que pasa es que ellos se quedaron en el almanaque”, concluyó.

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