Soberbio y grosero, el gobernador payaso dice que no miente ni roba

Juan Manuel Partida Valdez

Para dar pena, el video en el que ayer se evidencia la demencia del gobernador payaso que, soberbio y grosero, dice que no miente ni roba.

No pudo ocultar su cólera al ser entrevistado por una reportera de Línea Directa.

Validó sus groserías con un “no me gusta tanta persecución de los medios” de comunicación.

El “delito” de la periodista fue preguntarle sobre los compromisos de apoyar a damnificados por “Norma”.

Mostró de nuevo ese delirio de persecución al replicar que “yo tengo más palabra que Línea Directa”, y salió luego con la payasada de “en la cuatroté no mentimos, no robamos y no traicionamos”.

Y de nuevo, no sabe uno si ponerse a reír o a llorar.

Con enorme descaro Rocha miente y roba todos los días, y ha sido exhibido como el más corrupto de la historia.

Sus hijos se convirtieron milagrosamente en multimillonarios, y viven con lujos muy ofensivos.

Hay evidencias irrefutables de sus raterías, con documentos oficiales.

Así entonces, a la locura de rubencito hay que agregar un cinismo descomunal.

Y la prepotencia desbordada, con el repudio creciente del pueblo que de verdad es bueno.

En el video de referencia se observa a varios de los acompañantes del ejecutivo estatal que ríen y hasta festejan las groserías del gobernador.

Son los cómplices que nunca faltan, y que lamentablemente no son pocos.

Ciudadanos irresponsables y traidores, que son a los que Rubén Rocha se atiene.

Hay muchas conciencias compradas y gran cantidad de sinaloenses amenazados con el engaño de que dejarán de recibir los apoyos si los opositores les quitan el poder.

También hay que derrotar a esos que venden sus votos a cambio de limosnas.

 QUÉ CINISMO DE ROCHA: SON “MALOS RATOS”

Regañado desde palacio nacional, Rocha tuvo que disculparse con una llamada “en vivo” a Línea Directa.

De mala gana, aunque simule lo contrario.

Un nuevo escándalo se generaba con la prensa “nacional” que no es tan lambiscona con el gobernador.

Por eso el intento de controlar los daños.

Ridículo, pretextar que sus patanerías fueron por “esos malos ratos que trae uno”.

Repetitivos, sus insultos y descalificaciones contra la prensa estatal, y en algunos casos previos mucho peores que los de ayer.

No es cosa de ratos, sino una actitud constante y casi permanente.

En las redes sociales fue vapuleado con calificativos de soberbio, arrogante, prepotente, patán, cínico, y otros que resultan impublicables.

Sólo los tarados y los cómplices pueden creer que fue una disculpa sincera.

Otro escándalo en puerta, como el de su confesión del “yo te voy a proteger”.

Con la prensa nacional sí le duele a Rocha, porque lo tupen sin misericordia.

Una enorme diferencia con tanto periodista sinaloense vendido, que todo le aplaude o solapa.

Demos entonces las gracias a esos periodistas “nacionales” que nos ponen el ejemplo de lo que se debe hacer contra un patán que lincha a los periodistas cada vez que se le pega la gana.

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