No habrá presión que pueda doblegarnos…

Álvaro Aragón Ayala

Antes y después del segundo informe del Rector de la UAS, Jesús Madueña Molina, quedó claro que el gobierno estatal –por medio de sus instrumentos institucionales y mediáticos-, escala en su plan de criminalización y desestabilización universitaria. La agresión que sufrió un guardia de seguridad de parte de un grupúsculo con planes de “romper” el informe revela que quienes intentan tomar por asalto a la Casa Rosalina están dispuestos hasta matar con tal de lograr sus objetivos.

Es increíble el grado de violencia en que rayan los grupúsculos adiestrados por los diputados Feliciano Castro Meléndrez y José Manuel Luque Rojas a través del agitador Marco Antonio Medrano Palazuelos. El atentado al elemento de seguridad coloca en la dimensión de la barbarie el diferendo provocado por el rechazo a la Ley de Educación Superior de Sinaloa, violatoria a la autonomía universitaria. Desde la cúpula del Poder Estatal y del Legislativo se arman a las hordas vandálicas.

Es claro de que quienes desean tomar por asalto a la Universidad, con el cuento de reformar la Ley Orgánica de la máxima casa de estudios, caen y rayan en la locura al topar con la unidad de los universitarios en torno a Jesús Madueña Molina al grado de planear la irrupción violenta al Auditorio de la Autonomía donde rendía su informe el Rector y donde decenas de consejeros universitarios y de invitados especiales escuchaban con atención la rendición de cuentas. La intervención de la guardia de seguridad impidió que los criminales entraran al recinto oficial.

Antes del informe, dos días antes, esa misma facción encabezada por Marco Antonio Medrano Palazuelos pretendió irrumpir en el edificio de Rectoría, acción que fue obstaculizada por otro grupo de universitarios que exhibieron el pasado y presente de Medrano, espurio y seudo líder sindical que ha tomado como guarida para reorientar sus fechorías el Congreso Local, de donde recibe financiamiento especial para agitar y promover la desestabilización de la Casa Rosalina.

Pese a la conspiración, el informe del Rector Jesús Madueña Molina se desarrolló en el marco del respeto a las libertades de manifestación y de expresión, aunque desafortunadamente en la calle, la explosión vandálica que pinta la intolerancia de los grupúsculos de choque adiestrados por diputados de Morena alcanzó a un periodista del semanario Ríodoce. Que triste, pues, que por la vía del fantasma de la violencia se haya intentado demeritar el segundo informe universitario. Sí, qué vergonzoso.

Ante la embestida gubernamental y el escalamiento de los grupos de choque que atentan contra los universitarios, pese a la criminalización mediática y la persecución periodística y la “lluvia” de demandas sustentadas en “montajes periodísticos”, el Rector Jesús Madueña Molina dijo que “cuando la cohesión de una comunidad como la nuestra es plena, no habrá interés o imposición externa que logre dividirla; cuando la Autonomía Universitaria es la causa que nos une, no habrá presión que pueda doblegarnos”.

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