Pinceladas digitales de Morena y el Frente

Jorge Bravo

Aunque Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez llevan mucho tiempo siendo las aspirantes únicas de Morena y del Frente Amplio por México, respectivamente, todavía no se conoce una plataforma electoral y qué piensan hacer en materia de tecnología y digitalización. 

No obstante, circulan algunas versiones públicas de documentos de sus respectivas coaliciones que valen la pena ventilar y analizar para perfilar sus intenciones, aunque no sean las definitivas. 

Cabe mencionar que estos documentos todavía no están registrados como parte de las plataformas electorales de los partidos ante el Instituto Nacional Electoral. 

Estos incipientes planes y proyectos de gobierno coinciden en que son extremadamente generales en todos los asuntos, problemas y propuestas que plantean. 

Los tópicos de ciencia, tecnología, telecomunicaciones, conectividad o inclusión digital son apenas pinceladas de un boceto que más adelante serán las propuestas de campaña, el próximo plan de gobierno y, para quien resulte ganadora, el futuro Plan Nacional de Desarrollo. 

Por ejemplo, el documento “Hacia un programa de gobierno 2024-2030”, del Frente Amplio por México que ha postulado a Xóchitl Gálvez, señala que en materia de tecnología “el objetivo es construir una nación resiliente, conectada y preparada para el futuro. En este contexto, la educación digital y la inteligencia artificial emergen como pilares fundamentales”.

En el tema de educación, ciencia y tecnología, el Frente plantea una Política Nacional de Inclusión Digital y conectividad universal porque dice que “un gobierno digital y un acceso equitativo a internet son esenciales para una ciudadanía plenamente participativa y empoderada”. 

Asimismo, de manera muy general, propone políticas públicas para la integración de la inteligencia artificial (un tema que ya es tendencia y que busca ser regulado por varios gobiernos en el mundo, empezando por la Unión Europea), mediante un marco jurídico actualizado, infraestructura digital integral e incentivos para la innovación. 

Gálvez. Políticas públicas para la integración digital. Foto: Octavio Gómez 

En materia de salud digital el documento del Frente menciona una asignatura pendiente por décadas, que es un sistema moderno de expedientes clínicos electrónicos portátiles.

También plantea que es necesario “convertir al país en un nodo logístico importante de los procesos de relocalización industrial, transición energética, desarrollo tecnológico y digitalización”.

Finalmente, lo que sí queda claro es que Xóchitl Gálvez ya nombró a Alexia Michelle Araujo como parte de su equipo de campaña para el tema de telecomunicaciones, abogada y asesora jurídica en derecho de las telecomunicaciones y radiodifusión.

Por su parte, el “Proyecto de Nación 2024-2030” de un sector que busca la radicalización de la Cuarta Transformación desde las bases de Morena, menciona aspectos relacionados con medios de comunicación, cultura digital e inclusión digital.

Acerca de los medios de comunicación, el proyecto sostiene que “una política gubernamental de comunicación no puede depender de las grandes plataformas digitales, como es Facebook, YouTube o Twitter. Se necesita fortalecer los medios públicos y fomentar espacios de comunicación independientes como contrapesos a las grandes corporaciones mediáticas”.

Debido a que Morena ya gobierna el país desde 2018, es posible hacer acotaciones incluso a las propuestas más radicales, como las de ese proyecto de nación. Por una parte, Morena ya intentó regular las redes sociales en materia de libertad de expresión vía el senador Ricardo Monreal, lo cual resultó en un rechazo absoluto a su propuesta. Asimismo el gobierno del presidente AMLO es el que menos presupuesto ha otorgado a los medios públicos y carecen de independencia editorial. 

Sobre telecomunicaciones, el proyecto de nación que, insisto, no es el definitivo ni el oficial, pero que ya circula, alude a una “reforma profunda en materia de telecomunicaciones que limite los espacios de radiofrecuencia para los monopolios mediáticos y asegure una participación plena de los sectores público y social”.

Nuevamente este sector de Morena –que ya tiene formulado un plan de gobierno– buscaría hacer reformas que en cinco años no se hicieron a las telecomunicaciones para fortalecer los sectores público y social en materia de radiodifusión, aunque en los hechos resultaron debilitados. 

Acerca de la inclusión digital el documento señala que aún falta mucho por hacer para consolidar un gobierno que garantice la “soberanía digital”, aunque sin explicar a qué se refiere con este concepto tan llamativo como problemático. ¿Soberanía de datos, tecnológica? Todo y nada. 

El documento propone aumentar el presupuesto y desarrollar la infraestructura pública de telecomunicaciones e internet, para garantizar la conectividad y subsanar las brechas digitales –lo cual sería muy positivo–, así´ como garantizar una plena soberanita nacional –otra vez sin precisar– en materia de internet y telecomunicaciones.

Finalmente plantea reformas constitucionales y legales para regular las redes sociodigitales en defensa de las garantías fundamentales de la ciudadanía –aunque la intentona del senador Monreal fue exactamente todo lo contrario–, fortalecer las redes comunitarias de internet para asegurar acceso pleno para todos y todas, e implementar campañas ciudadanas de pedagogía digital con el propósito de informar y garantizar los derechos digitales.

Sheinbaum. Más presupuesto para telecomunicaciones. Foto: Octavio Gómez

En cuanto a equipo de campaña, Claudia Sheinbaum ya presentó algunos nombres, pero sin asignarles una función particular. Destacan José Peña Merino, responsable de la Agencia Digital de Innovación Pública en la Ciudad de México, y Javier Corral, exgobernador panista de Chihuahua, ambos con conocimiento en temas digitales y de telecomunicaciones. 

Estas son algunas ideas que empiezan a circular en las coaliciones que apoyan a Sheinbaum y Gálvez, para esbozar un país que sigue sin ser plenamente digital, pero todas carecen de una visión para 2030, es decir, imaginar el México digital que aspiran a construir hacia esa fecha tan futurística como cercana. 

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