México vive tercera ola de nearshoring, pese a obstáculos políticos: Jaime Zabludovsky 

Enrique Hernández

Jaime Zabludovsky Kuper, vicepresidente y socio fundador de IQOM Inteligencia Comercial, afirmó que México vive una tercera ola de nearshoring, pese a los obstáculos propiciados por los gobiernos de México y Estados Unidos, que están distraídos o no le dan mucha importancia al TMEC.

“Ahora estamos ante la siguiente ola del nearshoring, pero ahora las razones que están detrás de nearshoring son diferentes a las que estuvieron en la primera ola y la segunda ola”, expresó durante la XLVIII Convención Nacional de la Industria Manufacturera de Exportación (Index).

La relocalización de empresas de Asia, Estados Unidos y Europa del Este, conocida como nearshoring, a México es por la guerra comercial de Donald Trump contra China, el cobro de aranceles, la pandemia de Covid-19, la guerra de Ucrania y Rusia y la política industrial de Joe Biden, expresó el también presidente Ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo.

México y otros países competidores de China se volvieron atractivos para sustituir las importaciones, dijo quien fuera jefe negociador para el Acuerdo de Libre Comercio entre México y la Unión Europea.

“La nueva ola de nearshoring pone a México en una posición muy atractiva. Y parte de ese atractivo es la industria maquiladora, que lleva 40 años o más trabajando en la integración con Estados Unidos, por lo tanto está en una posición privilegiada al aprovechar las fuerzas del nearshoring”, comentó.

Ve muchos obstáculos para el nearshoring en México

La gran oportunidad del nearshoring está plagada de obstáculos, afirmó el doctor en Economía por la Universidad de Yale.

Uno de los obstáculos de mayor relevancia y a diferencia de 1994, cuando entró en vigor el TLCAN, teníamos a tres gobiernos muy comprometidos con la integración y hacían de ese acuerdo comercial parte fundamental de su política económica.

“Hoy tenemos tres gobiernos, que por decirlo suavecito, están distraídos, o no le dan mucha importancia al TMEC”, añadió.

La prueba de ello es una serie de violaciones, como a la regla de origen automotriz por parte de Estados Unidos, y el tema energético y el maíz por parte de México.

“Estamos en un entorno que por una parte tenemos grandes oportunidades por la combinación de las fuerzas detrás del nearshoring, pero hay un entorno complicado porque estos gobiernos no están comprometidos con el TMEC o están distraídos con otros casos”, sostuvo.

La primera etapa del nearshoring en México comenzó cuando fueron presentados los decretos de la industria maquiladora en los años 60, los cuales crearon y demostraron la realidad, importancia y ventajas de instalar una fábrica o planta en el país, señaló.

“En ese entonces México era un país que había optado por un modelo de  crecimiento hacía adentro y sustitución de importaciones, así como se adoptaron una serie de medidas comerciales como aranceles elevados y permisos previos de importación”, manifestó.

Agregó que los permisos autorizados por el gobierno de México encarecían los productos importables y hacía muy difícil el comercio.

El economista recordó que era mucho más rentable venderle al mercado interno porque había ese premio de la protección, y si uno empresario quería exportar no tenía acceso a las materias primas, bienes de capital o insumos a precios y decretos internacionales.

Se creó un microcosmos y creó un microclima dónde los productores que quisieran exportar tenían acceso a precios internacionales de los insumos y la industria maquiladora despegó, señaló.

“Cuando le hicimos al presidente Carlos Salinas de Gortari el documento para argumentar los beneficios del TLCAN usó como ejemplo a la industria maquiladora”, apuntó.

“Y le dijimos al entonces mandatario: ‘La industria maquiladora es el laboratorio de lo que le puede pasar a México, si le dejamos a todo mundo importar a precios y calidades internacionales’”, añadió.

La segunda ola del nearshoring fue la entrada en vigor del TLCAN en 1994, cuyo efecto más importante fue el acceso preferencial al mercado de Estados Unidos. Los productores mexicanos empezaron a importar como lo hacían las maquiladoras.

“Eso explica el crecimiento exportador de México en estos años y lo vimos en el sector automotriz, en donde México antes de la entrada en vigor del TLCAN era el tercer proveedor, y hoy somos el primer exportador de autos a Estados Unidos”, afirmó Zabludovsky Kuper.

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