Rocha inventa “casas fantasmas” a Jesús Madueña Molina

Álvaro Aragón Ayala

Otra vez, de manera perversa, Rubén Rocha Moya fabricó un nuevo montaje, ahora adjudicándole “casas fantasmas” al Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Jesús Madueña Molina, suspendido ilegalmente por un juez. La infamia fue difundida, como plataforma base del gobierno estatal, por el periódico NOROESTE, a quien el gobernador le paga mensualmente un millón 500 mil pesos bajo el disfraz de “contrato de publicidad” para difame y calumnie a los directivos de la UAS y sus opositores políticos.

El insólito invento se fraguó, por órdenes del gobernador, en las oficinas del exsecretario general de Gobierno convertido en candidato de Morena al Senado de la República, Enrique Inzunza Cázarez, pese a que sobre él pesan acusaciones de acoso, hostigamiento sexual y amenazas y fue exhibido masturbándose en un video. Rubén Rocha mandó armar falsos expedientes notariales para intentar hacer creer a la sociedad de que Madueña cuenta con varias casas y giró indicaciones a NOROESTE para su “difusión estratégica”.

No es un secreto que Rubén Rocha e Inzunza Cázarez, aún en su calidad de candidato de Morena, ejercen un férreo control de los Notarios Públicos; tampoco es desconocido que las demandas que ha encauzado en contra de los directivos de la Universidad están sustentadas en montajes divulgados en NOROESTE y otros medios que reciben cientos de miles de pesos del gobierno estatal. Los “trabajos periodísticos”, con disfraz de investigaciones, le han servido de “apoyo jurídico” para fabricar las querellas.

En el clímax de la locura, Rubén Rocha inventó la “factura” de 18 millones de pesos de la falsa compra de tortillas, documento que nunca existió, caso que fue difundido como una “verdad a ciegas” por NOROESTE para justificar y procesar una demanda contra los directivos de la UAS. En el Juzgado, Rubén Rocha no pudo comprobar la acusación. La adquisición de la UAS de productos derivados del maíz para la alimentación de los alumnos de las Casas de Estudiantes no llegó ni siguiera al millón y medio de pesos.

Rubén Rocha Moya sigue entonces por el mismo carril del montaje: la difusión de mentiras, la carga de datos adulterados y el uso de facturas manoseadas sobre las que se inventan historietas de saqueos, además de realizar acusaciones sin sustento lanzadas contra la UAS y sus directivos en La Semanera y en las entrevistas banqueteras, que derivan en demandas penales, sin argumentación jurídica, pero que la Fiscalía General de Justicia del Estado y los jueces de control del Tribunal Superior de Justicia de Sinaloa, avalan por consigna del gobernador.

El nuevo invento de Rubén Rocha Moya de las “casas fantasmas” endilgadas perversamente a Jesús Madueña fue manufacturada para intentar salvar del ridículo público al gobernador quien sin mostrar ninguna prueba acusó el Rector, ilegalmente suspendido”, de tener muchas propiedades, y para pretender fincarle una demanda por enriquecimiento ilícito con este montaje, encolerizado porque le rechazó la propuesta de cederle el control de la Universidad.

A contracorriente, Rubén Rocha ordenó “congelar” la demanda de acoso, hostigamiento sexual y amenazas que pesa sobre su familiar, Enrique Inzunza Cázarez, y exige a la Fiscal Sara Bruna Quiñónes que no le de curso a ninguna querella en contra de sus hijos –cartelrocharuiz.com-, y demanda, también, a los medios de comunicación, a los que les paga millonarios contratos de publicidad, que no publiquen las acusaciones de corrupción en contra de los funcionarios de su gabinete.

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