Envejecimiento de la población y violencia, retos adicionales para el crecimiento de América Latina: Banco Mundial

Silvia Rodríguez

El Banco Mundial advirtió que si bien el “anémico” crecimiento económico en América Latina y el Caribe responde a la falta de infraestructura, educación, regulación y una política de competencia, un reto adicional es el incremento de una fuerza laboral envejecida junto al de la violencia, que es la más alta del mundo y que se ha vuelto más severa, generalizada y que frena inversiones.

De acuerdo con lo planteado en el reporte “Competencia, ¿el ingrediente que falta para crecer?”, la región de América Latina y el Caribe está atravesando un cambio radical en cuanto a su demografía, pues las tasas de fertilidad disminuyen rápidamente mientras la esperanza de vida aumenta; como resultado, se achica la base de la pirámide poblacional, convergiendo en forma al tipo de pirámide observada en Europa y Asia.

Así, se prevé que la tasa de dependencia (la proporción de personas dependientes —niños o adultos de tercera edad— respecto a la población en edad de trabajar) alcance un mínimo en 2027. Este punto de inflexión representa un momento crucial, dado que el descenso en las tasas de fertilidad y el envejecimiento de la población supondrán una carga socioeconómica creciente sobre la población en edad de trabajar.

El Banco Mundial señaló que la transición demográfica significa que, para 2047, en el hogar promedio habrá más dependientes de la tercera edad que niños. Este cambio es inevitable y conlleva una serie de desafíos para los países de la región. Primero, está el gran reto en torno al crecimiento de la productividad, ante el inminente declive de la fuerza laboral, cuya contribución al trabajo será menor.

Segundo, el alza del gasto presionará aún más los recursos fiscales, pues el crecimiento de las tasas de dependencia ejercerá mayor presión sobre los presupuestos del Estado para que financien las jubilaciones y los sistemas de salud (incluidos los cuidados a largo plazo) públicos, que por lo general no están muy desarrollados en la región.

Tercero, las familias deberán lidiar con desafíos nuevos a medida que pasan de cuidar a los jóvenes a tener que cuidar de los ancianos. Esto cobra importancia porque las mujeres de la región dedican de dos a cuatro veces más tiempo que los hombres a tareas domésticas y de cuidados no remunerada, por lo que las respuestas en materia de política deben abordar esta transición para asegurar que la carga creciente que representan los cuidados a la tercera edad no sea asumida de forma desproporcionada por las mujeres. 

Además, las familias frecuentemente carecen de la capacitación y especialización necesarias para atender la variedad de condiciones físicas y mentales frecuentes en los ancianos. Esto subraya la urgencia de contar con intervenciones y sistemas de cuidados focalizados que alivien la carga sobre los cuidadores no capacitados y aseguren una atención de calidad para la población envejecida.

Violencia

En cuanto a la violencia, el organismo internacional destacó que el asesinato del candidato presidencial en Ecuador en agosto pasado es sólo el recordatorio más reciente de una ola de violencia que crece en la región tanto en intensidad, como en alcance geográfico. América Latina y el Caribe es la región más violenta del mundo, y la única donde la violencia crece. 

Expuso que la violencia perpetrada por el crimen organizado, como el repunte reciente de la violencia por pandillas en Ecuador y Haití, es un tema crucial para el bienestar de los ciudadanos. La tasa de homicidios promedio es cuatro veces superior al promedio mundial, cinco veces superior a la tasa de América del Norte y dos veces superior a la tasa de África.

Asimismo, América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde esta cifra está creciendo. La región alberga 9% de la población y un tercio de los homicidios del planeta. No es de extrañar que las preocupaciones en torno a la seguridad también estén al alza entre los ciudadanos, donde un quinto de la población lo considera el problema más importante de su país.

El Banco Mundial agregó que los países de América Latina y el Caribe son más violentos que lo que sus PIB per cápita o tasas de pobreza predecirían, sugiriendo que estos altos niveles de violencia no pueden ser explicados por la etapa de desarrollo en que se encuentran. 

El país promedio por PIB per cápita exhibe una tasa de homicidio 4.8 veces más alta que un país comparable de otra región, mientras que el país promedio por pobreza muestra una tasa de homicidios 5.4 veces más alta que sus contrapartes en otras regiones. 

Con información de Forbes

También te podría gustar...